29 de septiembre de 2013

Gracias, soledad

 
"Qué afortunada eres, se te ve feliz", habían sido sus palabras. Palabras que ella escuchó con estupor, pues venían de alguien a quien consideraba una de las personas más afortunadas de entre sus amigos y conocidos. Madre de una gran familia, amada y respetada por su pareja, sus hijos y hasta la familia política. Exitosa en el trabajo, gozaba de una vida muy cómoda y con ciertos lujos. Y esta mujer era quien le hablaba a ella sobre la suerte que tenía.

Ella, que acababa de separarse de su pareja tras casi veinte años juntos y dos hijos. Que acababa de descubrir que otro hombre que la había querido en la sombra, también había dejado de hacerlo, o probablemente nunca lo había hecho. Ella que no vivía con lujos, y gastaba más de lo que tenía por el mero placer de pasar tiempo con las personas a las que amaba, de verlos sonreír y reír con ellos. Que pasaba muchas tardes cuidando a una anciana mientras sus amigas jugaban al pádel o recibían clases de baile.

Pero su amiga tenía toda la razón. Aquella mañana de domingo de inicios de otoño, sola en su casa por segunda vez en la vida, dando un repaso a todo lo que había vivido y ante el panorama desconocido que ahora tenía ante ella, se sentía afortunada. Por primera vez era dueña de su vida, era libre y se sentía a gusto consigo misma. Y había aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas, de los pequeños momentos felices, de esa soledad tan nueva y deseada, de la paz. Ahora que estaba aprendiendo a no esperar nada de los otros, que sabía que ninguno de quienes la rodeaban pensaría más en ella que ella misma, empezaba por fin a sentirse, cada día, un poquito más feliz. Y eso, valía mucho más que estar acompañado. Por suerte.

 

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Carmen, bravo por ti también, por muchas cosas. un besazo.

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  2. Me has dejado sin palabras IZAS. De verdad que preciosidad y qué manera de describir sentimientos tan bonita. Me he quedado con ganas de más (y eso que he leído varios escritos que tenía pendientes tuyos). No dejes nunca de escribir y de deleitarnos con tu prosa que es sublime. Un besazo muy grande y coincido con Carmen: BRAVO.

    http://casitodoesefimero.blogspot.com

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    1. Muchas gracias José María, eres muy amable. Te he dejado un mensaje en la página de FB. Abrazos

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