21 de septiembre de 2011

Día Internacional del Alzheimer

Qué curioso. Debo de haberme habituado ya a vivir con el Alzheimer, a ver las páginas de la asociación y los avisos y noticias que me envían en Facebook, porque ayer fue el Día Internacional del Alzheimer, y no me enteré hasta hace unas horas. Esta noche he visto la película protagonizada por Pasqual Maragall, enfermo de Alzheimer. Bueno, confieso que no la he visto entera, no he querido verla hasta el final. 
Está bien, fue una estupenda idea, cuya mayor virtud reside tal vez en democratizar una enfermedad que se ha escondido y se sigue escondiendo en los hogares y las residencias geriátricas. Un hombre que públicamente reconoce que está perdiendo poco a poco la memoria de toda una vida, tiene, cuando menos, mucho valor.

Pero no he querido, no he podido, ver el final. Creo que me angustia conocer el futuro, prefiero encontrármelo a cada paso, no quiero que me amarguen con negros augurios el tiempo que estoy viviendo ahora mismo. Mañana pensaremos en pasado mañana.

Blog

Hoy me he decidido tímidamente a abrir un blog, en principio privado, en el que aún no tengo muy claro qué voy a contar. La "culpa" es de mi amigo Manuel, creador y gestor de blogs estupendos, que me ha preguntado inocentemente: "¿tienes blog?", y ante mi respuesta negativa me ha animado a crear uno. Así que me he echado la manta a la cabeza y me he dicho "qué narices, por qué no".

De manera que hoy comienzo a dar mis primeros y vacilantes pasos con la esperanza, no lo voy a negar, de que nadie lo lea hasta que averigüe qué es lo que quiero contar y haya engordado un poquito, como esperó la bruja de Hansel y Gretel. Yo, con toda seguridad, no voy a aburrirme mientras tanto, porque si hay algo que me guste de verdad y que desearía ser capaz de hacer mejor, es escribir.